A finales del siglo XX, el Puerto de Málaga vivió un importante punto de inflexión cuando dejó de recibir su principal tráfico hasta la fecha, el de petróleo. Al mismo tiempo, los buques crecían en tamaño y los muelles interiores comenzaban a ser insuficientes. Estas dos cuestiones llevaron al Puerto de Málaga a formular un Plan de Ampliación, según el cual se construirían muelles más grandes con aguas más profundas para poder atraer nuevos tráficos que aportarían nuevos ingresos al puerto. Este plan se acompañó del Plan Especial del Puerto, con el objetivo de remodelar esos muelles internos, que lindaban con la ciudad, y cuyo uso había disminuido.
El Plan Especial, aprobado en el año 1998, contemplaba actuaciones en todo el perímetro del Puerto de Málaga, con un total de 4.000 metros lineales y 200.000 m2 de nuevos espacios urbanos. El objetivo era transformar estas áreas en una parte activa de la ciudad, con zonas culturales y de ocio, comercios y restauración, manteniendo tráficos portuarios adecuados a cada zona, para lograr así una auténtica integración del puerto y la ciudad.
La completa integración de la zona oriental del recinto portuario ha convertido al puerto en una de las imágenes más importantes de la oferta turística de la capital. Las cifras también demuestran su proyección: nueve millones de visitantes en 2016, y una tendencia de crecimiento. Esta actuación fue galardonada en 2016 con el Premio Andalucía de Urbanismo a la actuación ejecutada, otorgado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
Transformación del barrio a través de la planificación urbana
El objetivo, conectar barrios
Beneficia la accesibilidad peatonal
Alianza estratégica con el sector público y privado
Transformar la ciudad a partir de la iniciativa y el compromiso ciudadano
Generar una imagen de marca de ciudad.
Creación de un multiespacio donde conviven la cultura, el turismo, el transporte marítimo, la actividad económica y el deporte.