El crecimiento desbocado de la ciudad y una equivocada política urbana han conducido a una situación en que la ciudad oficial (la de los Planes Directores) sea muchas veces distinta y menor que la ciudad real.
El reto actual es que este retorno a la compactación no sea un retorno (o agravamiento) de la congestión, sino que represente un retorno a la densidad como elemento de calidad de vida. Para ello también es necesaria adoptar políticas activas y potentes de renovación del espacio urbano para garantizar que Mérida cumpla su función de ciudad central y motor del dinamismo metropolitano, eje del desarrollo económico estatal querámoslo o no.
La iniciativa METROPOLISUR puede ser una oportunidad para dotar a la ciudad y a su región metropolitana de los elementos esenciales de equipamiento y de las reservas estratégicas de suelo para el sano desarrollo de Mérida en los próximos 10 o 15 años.
Este proyecto o Plan Maestro, puede densificar y propiciar una ciudad más compacta y socioespacialmente menos desequilibrada e injusta, reportando además beneficios en una escala más amplia, más allá del municipio, en una escala propiamente metropolitana y regional. Los grandes equipamientos que ahí se plantea construir, tienen esa escala: un área de influencia decididamente regional.
•Recuperar el espacio público como eje de ciudadanía y convivencia, como elemento clave de la ciudad bella, justa y exitosa.
•Retornar a la concentración, a la ciudad compacta, como clave de un espacio urbano más ordenado y una mejor calidad de vida.
