El paseo de Gràcia es una de las avenidas principales de la ciudad debido a su importancia turística, sus áreas comerciales, los negocios que aglutina y por ser una de las calles más emblemáticas y más queridas por los barceloneses. Durante siglos fue la vía que unía la Barcelona amurallada con la Vila de Gràcia (un municipio independiente que se agregó a la ciudad el año 1897 y actualmente es un barrio de la ciudad). Cuando el proyecto urbanístico del Ensanche, aprobado en 1860, comenzó a dar resultados, a ambos lados del paseo se fueron construyendo edificios, algunos de ellos destacadas obras de arquitectura modernista.
La configuración existente del paseo de Gràcia presenta una serie de puntos de atención en cuanto a accesibilidad y movilidad, especialmente para los peatones, y es por eso que durante los años 2013 y 2014 se ejecutaron obras de ordenación de los espacios y los usos. A grandes rasgos, se mejoró el pavimento, se renovó el mobiliario urbano, se mejoró la señalización y algunos tramos se conviertieron en plataforma única con viales de servicio los dos laterales del paseo. Se implantó un nuevo modelo de alumbrado urbano que potenció las zonas de paseo de los peatones, el cual es eficiente energéticamente sin disminuir intensidad, y está preparado tecnológicamente para ser gestionado punto por punto (smart-light). En este sentido, el proyecto potenció las zonas de paseo y tuvo en cuenta la iluminación vertical específica para hoteles y edificios singulares
El Plan de Mejora del paseo de Gràcia también desarrolló redes inteligentes para mejorar el acceso y la conectividad a Internet y en telefonía a nivel de servicio, posibilitando la gestión activa de los mismos, y el control y la gestión inteligente de los sistemas y redes.
• Regenerar un espacio público de excelencia.
• Fomentar que siga ejerciendo de punto de encuentro para las personas, con la ampliación de las aceras y la conversión de los carriles laterales en vías de servicio de plataforma única.
• Conservar y realzar su dimensión cultural y arquitectónica.
• Impulsar que siga siendo un eje comercial de referencia reconocido a nivel internacional.
• Potenciar el cambio de hábitos en la movilidad, apostando por el transporte público en detrimento del vehículo.
