El Plan del Verde y de la Biodiversidad de Barcelona es el instrumento estratégico que define los retos, objetivos y compromisos del gobierno municipal en relación a la conservación del verde y de la diversidad biológica y a que la población la conozca, disfrute y cuide. Planifica a largo plazo las actuaciones para conseguir una infraestructura ecológica (green infrastructure), que produzca beneficios para las personas, suministre servicios ambientales y sociales, genere puestos de vida dentro del hábitat urbano, inserte la naturaleza en la ciudad, conecte y una la urbe en el territorio y haga la ciudad más fértil y más resiliente ante los retos de futuro.
Este Plan nace fruto del trabajo técnico del consistorio y de un proceso de participación con más de 300 participantes, entre expertos, entidades ambientales y sociales, empresas, gremios, colegios profesionales y profesionales liberales, además de las diferentes administraciones.
La ciudad de Barcelona tiene una superficie de acerca a los 100 km2 y contiene una gran variedad de espacios naturales con su correspondiente fauna. Goza de una situación geográfica muy favorable, enmarcada por dos ríos con sus respectivos deltas, por el litoral marino, por la montaña de Montjuic y por la sierra de Collserola, con bosques modificados por la acción humana. Todo ella forma un mosaico de cultivos, prados secos, montes bajos, maquias, pinares, encinares con robles, vegetación de ribera, etc. En el llano de Barcelona, atravesado por antiguas rieras y humedales, el medio físico es poco visible porque el terreno ha sido ocupado por el tejido urbano, que contiene piezas de verde generalmente aisladas y sin continuidad.
Así pues, los conceptos clave del Plan son la conectividad del verde y la renaturalización de la ciudad. El instrumento para trabajar la conectividad son los corredores verdes, que se definen como unas franjas dentro de la trama urbana con presencia dominante de vegetación. A su vez, los instrumentos para trabajar la renaturalización son los espacios de oportunidad, presentes en todos los barrios: solares desocupados, cubiertas, balcones y, en general, todo aquello que pueda disponer de flora y fauna.
El Plan contiene 10 líneas estratégicas que se desarrollan en 68 acciones, de las cuales se han iniciado más de la mitad. Destacamos algunas de ellas: aplicar medidas de control de la flora exótica invasora, diversificar las especies de arbolado viario, enriquecer el verde existente y potenciar la función de hábitat, impulsar la agricultura ecológica en espacios urbanos y periurbanos, hacer una gestión de plagas, enfermedades y hierbas espontáneas cuidadosa con la biodiversidad, elaborar y aplicar una estrategia de comunicación sobre el verde y la biodiversidad, potenciar los espacios verdes como espacios educativos y de conocimiento, fomentar la incorporación de los valores de la biodiversidad entre los profesionales, entre muchas otras.
• Conservar y mejorar el patrimonio natural de la ciudad, y evitar la pérdida de especies y hábitats.
• Lograr la máxima dotación de superficie verde y su conectividad.
• Obtener los máximos servicios ambientales y sociales del verde y de la biodiversidad.
• Avanzar en el valor que la sociedad otorga al verde y a la biodiversidad.
• Incrementar la resiliencia de la ciudad ante los retos emergentes, como el cambio climático.