El Plan Director de Iluminación que está desarrollando el Ayuntamiento de Barcelona desde principios del mes de diciembre del 2013 tiene por objeto priorizar la iluminación de las zonas para peatones y mejorar los niveles lumínicos y la eficiencia energética. La incorporación de nuevas tecnologías permite tener una iluminación más eficiente y adaptada a las necesidades del entorno, con sistemas de control y regulación que ayudan, por ejemplo, a tener la luz mejor repartida. Además, la nueva tecnología led permite obtener una luz más blanca, más clara y más regular que la iluminación tradicional que acaba creando placas con diferentes niveles de luminosidad.
Las actuaciones del Plan dan prioridad a las calles con las instalaciones en peor estado y con más de 20 años de antigüedad, y en todas las obras de mantenimiento integral una de las mejoras es aplicar el nuevo alumbrado. El Plan también prevé utilizar la iluminación para crear ambientes específicos y dar personalidad propia a zonas concretas, como edificios representativos y monumentos, con la posibilidad de recurrir a un modelo de implicación público-privada. También es importante destacar que los báculos de los puntos de luz se utilizan como base de otros servicios, como la red de conexión inalámbrica o sensores y elementos de medida de la contaminación atmosférica, por ejemplo.
Hasta 2015 está previsto renovar 160 tramos de calles y 3.360 puntos de luz, lo que representa el 2’5% de todo el alumbrado de la ciudad. Se invertirán 15 millones de euros para renovar el alumbrado de 100 tramos de calles y se invertirán 7’4 millones más en mejorar el alumbrado dentro de los proyectos de reforma integral de 67 calles más previstos en el Plan de Mejora Integral de la ciudad.
• Generar una nueva imagen nocturna de la ciudad para fijar el equilibrio entre el orden funcional y el orden estético.
• Incorporar elementos de gestión y nuevas soluciones tecnológicas que permitan avanzar hacia una smart city.
• Mejorar la calidad del espacio público para aumentar el confort y la sensación de seguridad en las calles y plazas.
• Optimizar los niveles lumínicos y la eficiencia energética del alumbrado público de la ciudad.