Recuperación del centro histórico de Lima dotándole de infraestructuras que permiten recuperar la calidad de vida y ofrecer oportunidades, empleo, nuevos equipamientos y servicios públicos y privados en el centro de la ciudad, con numerosas actuaciones de importante valor ambiental. La intervención afecta, de modo especial, al centro histórico, Patrimonio de la Humanidad, y a los distritos colindantes.
Se propone reactivar el centro y los distritos contiguos al río, como eje revalorizador de calidad de vida y actividades. Aprovecha suelo urbano para potenciar el proyecto y alentar la inversión privada e incorpora la isla de Cantagallo, que cuenta con veinte hectáreas de suelo público en el corazón de la ciudad. Recupera la conexión de Lima Central con el distrito del Rímac, revitalizando un importante eje de conexión, que mejora la vialidad y movilidad metropolitana y crea buenas conexiones entre ambas riberas. Recupera los barrios centrales de Monserrate y Barrios Altos, así como distritos cercanos, en los que se realizan numerosas acciones para la mejora urbanística, incluyendo parques y zonas verdes, y también de los servicios de salud, seguridad, centros de convivencia y educación.
Con esta actuación, se genera el regreso de actividades, pobladores y usos al centro, tras una crisis funcional que generó despoblamiento, enormes superficies vacías y actividades marginales.
• Implantar estrategias de interconexión entre el centro y la metrópoli, que redefinen el Río como eje articulador y utiliza el espacio público como cohesionador social.
• Incorporar estrategias de vialidad como generadoras de desarrollo y recuperación de la metrópoli.